lunes, 24 de marzo de 2008

blandiblup


Ayer de vuelta de Semana Santa, Hadrien me preguntó si me volvía con inspiración.... le dije que me lo plantearía cuando me sentara delante de la página en blanco.
Y hoy de camino al curro, me he puesto a pensar en que escribir hoy y en una de mis cabezadas he soñado con el blandiblup.

Para quien no sepa que es el blandiblup, era una especie de moco viscoso verde y en algunas ocasiones hasta fosforito, que te costaba una pasta (de la época) y te duraba menos que un merengue en la puerta del colegio.

¿A qué mente retorcida se le ocurrió que a los niños nos podría gustar jugar con un moco gigante? Pues acertó.
No ha habido niño que se precie, que no haya tenido un blandiblup y no haya hecho como que estornudaba y se le salían los moquetes.

El problema llegaba cuando se lo enseñabas a tus amigos y todos quería tocarlo, siempre estaba el patoso al que se le caía y se jodía para siempre, porque se llenaba de todo tipo de guarrerías ya no era divertido.

También estaba el listo, que decía que había que lavarlo para que se quedara como el primer día..... y ahí que íbamos al baño a lavarlo y después ¿qué? pues a secarlo en las toallas de tu madre....... que se quedaban de un extraño verde caquita y con medio moquete pegado en sus suaves nudos de algodón 100% traído por tus abuelos de Egipto. A ver que le dices a tu madre ahora......

Y pasados dos días de habértelo comprado, el suave y divertido moquete ya no era ni suave ni divertido, estaba verde oscuro, lleno de piedras (porque tu amiguito manco lo tiró al suelo) es la mitad de la mitad de lo que era y encima se ha puesto duro....

Eso sí.... que divertido era hacer que estornudábamos y se nos salían los sesos por la nariz!!

1 comentario:

Maria dijo...

¿de la mano loca qué me dices?