Cada día me cuesta más la rutina que llevo de vida, por eso hoy me quiero morir.
Cuando has pasado 5 días tirada a la bartola, paseando en tirantes por el paseo marítimo, espanzurrada en la playa cual lagartija viendo como pasa el tiempo sin que te importe invertirlo en nada, la vuelta se hace tremendamente difícil.
Es por esto, que cada vez que vuelvo, me planteo el quedarme ahí. Corro el riesgo que un día no se quede sólo en un pensamiento, si no que se haga realidad.
Cualquier día pongo mi vida patas p´arriba, me lío la manta a la cabeza y me voy a recorrer el mundo.
Buenos días, por decir algo.
lunes, 10 de diciembre de 2007
La pereza de la vuelta
Etiquetas: historias
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1 comentario:
una palapa con hamacas y mosquitos, haciendo paellas para los turistas... yo quiero!!!!
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